Con esta emergencia de salud generada por la Pandemia COVID-19, la vida de todas las personas ha tenido un giro de 180°, en especial los grupos particularmente vulnerables, dentro de ellos, las mujeres, De acuerdo con las Naciones Unidas “Durante una crisis, las mujeres y niñas pueden encontrarse en mayor riesgo de sufrir violencia de pareja y otros tipos de violencia doméstica debido a un aumento de la tensión en el hogar.”
“En Nicaragua, con el anuncio del primer caso del COVID-19, la primera reacción de la población fue de miedo. Esta pandemia genera ansiedad y depresión, trastornos que alteran el sistema nervioso...” analiza Sayira Salas Delgadillo, coordinadora talleres de atención a mujeres con el Movimiento Sindical de Mujeres para la Comisión de Género de Maquila.
Salas Delgadillo al estar enfocada en el tema de Atención a víctimas de violencia de Género y de auto cuido en la Universidad Evangélica de Nicaragua, UENIC, ha venido identificando las causas de estos temores al seguir de cerca los últimos sucesos del país y casos de atención:
- El confinamiento al encerrarse en casa.
- La amenaza a la salud que aumenta la tensión en la población.
- La difusión de noticias constantes sobre la pandemia en un contexto reciente de crisis politica.
- La alteración al orden familiar.
- La inestabilidad económica antes despidos y suspensiones laborales.
Con más responsabilidades en sus hombros
Mujeres con empleos y trabajos en el sector informal, al no tener elección, viven la angustia de salir de sus casas a buscar el pan nuestro de cada día para sostener la familia. “Según el Protocolo de Actuación de los Equipos Interdisciplinarios Adscritos a los Juzgados de Distrito Especializados en Violencia de Genero, se ha comprobado que son las mujeres, las niñas y niños, las personas más afectadas o vulnerables ante esta situación agravada por la pandemia...” comenta Sayira Delgadillo S. Master en Derecho Laboral.
Por un lado, aclara que las mujeres atendiendo el cuido de menores y de la pareja, se le suma una serie de medidas sanitarias preventivas que tienen que ser garantizadas por ellas en la casa. De esta manera, la convivencia en el familiar se torna tensa, por la poca armonía o disfunciones que existen en la mayoría de las relaciones en los hogares. Esto muchas veces da lugar a violencia doméstica, económica y sexual.
En este marco coyuntural, Salas Delgadillo tiene identificado los principales cuadros violentos que afectan por un lado a la niñez y la adolescencia y por otro a las mujeres:
Situación en la niñez y adolescencia
- Aumento de labores domésticas.
- Aumento de tareas escolares ante las extensas guías escolares que tienen que contestar estudiantes en la educación primaria y secundaria.
- Obligatoriedad de disponer de un equipo celular y de internet para remitir las tareas en línea.
- Daño psicológico o posible aparición de trastornos ante el encierro, cumplir con las cargas laborales y escolares.
- Violencia intrafamiliar que se ejerce para cumplir los objetivos impuestos o bien cuando exasperan a sus progenitores agobiados por la crisis del agua, por los escazos ingresos, los gastos fijos.
- Abuso sexual cuando el abusador se encuentra en la comunidad o dentro del hogar.
Situaciones de emergencia para las mujeres
- Las mujeres están asumiendo mayores costos físicos y emocionales debido a que son las principales cuidadoras en el hogar; así enfrentan:
- Cansancio mental y físico.
- Cumplimiento de doble jornada laboral ejercida en el trabajo, en caso de que no hayan sido suspendidas de sus trabajos, debiendo dejar garantizado las labores domésticas en casa antes de salir a su trabajo y posterior al trabajo.
- Aparición de trastornos de ansiedad y depresión.
- Violencia domestica ejercida ante la carga de garantizar además de las habituales labores domésticas y las medidas sanitarias para prevenir la COVID-19.
- Descuido físico.
- Falta de sueño.
- Deterioro a la salud física.
- Violencia psicológica y física.
- Falta de disposición en el manejo de las relaciones padre-madre-hijas-hijos-adultos mayores.
- Librarse de culpas y atenderse como mujeres
La carga es tan grande que la investigadora Salas Delgadillo hace un alto en el camino para advertir a las madres trabajadoras a no sentirse culpables por no marchar bien las cosas en la familia, ni mucho menos exigirse al límite. Al cerrar esta primer radiografía sobre Mujeres versus COVID-19, Salas Delgadillo invita a la reflexión y advierte que según el registro de feminicidio del Observatorio por la Vida de las Mujeres conectado con las afectaciones por la pandemia, apunta a un aumento de los casos de feminicidios y embarazos adolescentes en Nicaragua, debido al cierre y la ausencia de centros de apoyo a víctimas de violencia y abuso sexual en el país, que sugieren una estrategia que implica la intervención gubernamental y de las organizaciones de mujeres para evitar que las cifras se incrementen.
Necesitas más información sobre este tema, contacto: Sayira Salas Delgadillo es Abogada y Notario público, con estudios especializados en Derecho Laboral en la UPF, quien ha trabajado en coordinación de talleres y en diferentes actividades con el Movimiento Sindical de Mujeres. Actualmente está enfocada en la UENIC en el tema de Atención a Víctimas de Violencia de Género y Autocuido. Cel.+505 8878 0914, Correo electrónico: ssayira@gmail.com