Una contradicción clara en el papel que juegan las mujeres con respecto al agua, se logra observar en la responsabilidad que a ellas se les delega tal y como ser quien garantiza el agua en el hogar, pero cuando se construye y se entrega un sistema de agua a la comunidad, y es requisito formar un comité, se piensa que es trabajo de hombres encargarse de todo lo relacionado a la gestión, administración y mantenimiento del sistema.
¿Será esta, una de las razones por las que en el 67% de los cargos de presidente, queda el hombre electo? cifra que se logró identificar de los 323 CAPS existentes en el proyecto, mediante un diagnóstico elaborado por el mismo, hasta agosto 2020.
Este y otro dato interesante se ha compartido en las cuatro asambleas municipales de los CAPS en los territorios de: El Sauce, Quezalguaque, Somotillo y Telica. Entre los propósitos de la actividad se implementaron diversos espacios a nivel municipal donde identificar y discutir puntos de vistas, se considera importante, para priorizar las necesidades más sentidas de los CAPS, permitiendo conocer tanto el sistema legal, como su nivel de organización, financiero en el cuido de las fuentes de agua.
Realidad de las mujeres en los CAPS
Ermicelda Martínez del municipio de El Sauce, comentaba que, para legalizar el CAPS, es desigualdad, uno de los problemas más grande que enfrentan,
“Fíjense, que cuando una mujer es parte de la junta directiva, y le toca hacer los trámites, no puede dejar a las criaturas solas en la casa para andar dando y dando, el montón de vueltas. Después vienen los problemas con la pareja. Yo pienso, que por esta razón se busca a los varones. ¡Claro! como a ellos nadie les dice nada, de por qué salen tanto, tienen toda la libertad”.
Para dar solución a las necesidades y demandas de los 98 CAPS de los cuatro municipios, y visibilizar el aporte de las mujeres, se realizó una elección democrática con enfoque de igualdad de género para representantes municipales del agua. El municipio de El Sauce, seleccionó 9 representantes (4 mujeres y 5 varones), Quezalguaque 5 (3 mujeres y 2 varones), Telica 7(3 mujeres y 4 varones) y Somotillo 12 (4 mujeres y 8 varones).
Estos resultados representan un voto de confianza para las mujeres, que en sus juntas directivas vienen demostrando mayores capacidades para gestionar tanto en su comunidad, como fuera; mejorando sus habilidades de expresión, de organización y de dirección, reconocidas ante la asamblea general.
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“Me alegra mucho ver a gente nueva y joven en todas estas reuniones y ver a las mujeres participando, proponiéndose y siendo electas en estos espacios. Cada mujer tiene toda la capacidad y el potencial para estar al frente, porque ellas trabajan bien. Sin embargo, es lamentable, como a veces no pueden desarrollarse, ni prepararse para la vida porque si son muy jóvenes y solteras, el papá y la mamá no le dan el permiso de estudiar. Cuando están casadas, el marido las frena porque tiene que quedarse en la casa, haciéndole la comida, viendo a los niños y hacer un montón de actividades. La verdad es que la mujer puede desempeñar cualquier trabajo que desempeñe el hombre, todo es que tengan las mismas oportunidades”, reflexiona José María Montenegro, participante de los foros municipales.
Poco a poco, estas creencias o paradigmas de ver a los hombres como figuras fuertes, autoritarios, independientes, decididos y que son quienes deben de tomar las decisiones en la familia, viene cambiando. Esta es una situación que afecta la participación efectiva de las mujeres. Por creencia y costumbre en la familia, se les enseña a las niñas que las mujeres deben ser sumisas y dependen en todo de su pareja.
Es por ello que el proyecto TGSRH está enfocado en restituir el derecho al agua, sin restricción de género, ni discriminación, por lo cual incluye el enfoque de equidad y de igualdad entre mujeres y hombres en cada una de sus intervenciones con los CAPS.