Existe confusión cuando al bombear es poco el caudal que se genera y que consigo trae diversas situaciones: Se seca el pozo, ha tenido derrumbes, es problema de la bomba o el motor no funciona.
Dudas que tuvo el Comité de Agua Potable y Saneamiento, CAPS, El Bordo – Cristalito, quienes optaron por cambiar la bomba, comparte Francisca Toruño Rojas, presidenta del CAPS, en el taller realizado este 29 de enero de 2020 en El Jicaral, Como CAPS anfitrión recibieron a 10 personas de las juntas directivas de los CAPS El Bordo, Mina La India, Cristalito y las Banderitas.
“El motor que quitamos, lo probamos en otro pozo y trabajó bien y el nuevo no solucionó el problema de bombeo, entonces pensamos que el pozo se nos secó...” agrega la presidente Toruño.
“Antes de tomar una decisión, el consejo es hacer la prueba de desarrollo del pozo...”
Expresa Martín Aguilera facilitador de uno de los 4 grupos, que en simultáneo desarrollan el cuarto taller en Chinandega, León, Villanueva y Somotillo en esta semana sobre mantenimiento de los sistemas de servicio de agua en 12 municipios que atiende el proyecto Tecnología para la Gestión Sostenible del Recurso Hídrico ejecutado por el Servicio de Información Mesoamericano sobre Agricultura Sostenible, SIMAS.
Primer paso: La prueba de desarrollo del pozo
Agrega Aguilera especialista en Proyectos de Agua y Saneamiento que:
“Al hacer esta prueba verdaderamente se sabe si el pozo tiene capacidad de abastecer el poblado porque se conjugan dos conceptos: el Nivel Estático del Agua, NEA, o espejo con el Nivel Dinámico del Agua, NDA y la banda piezométrica. Es necesario diagnosticar qué conviene más: profundizar el pozo, hacer otro, cambiar el motor con su bomba o no. De aquí, que, sin esta primera prueba, es ir a ciegas. Por ello la importancia de que la sarta cuente con un manómetro de glicerina. Esta parte de la sarta mide la presión que la bomba tira hacia afuera. Cuando se rompe la tubería de la columna de bombeo baja la presión, entonces no es problema del motor ni del pozo y habrá que reparar".
Si se trata de problemas en la tubería de conducción que va de la sarta al tanque y hay una ruptura, la presión se baja porque la aguja debe marcar entre 20-40-60 según sea su regulación y el tipo de sistema. Será necesario sacar la bomba para chequear la columna, revisar el motor y darle mantenimiento o cambiarlo. Esto tiene un costo de unos, Mil 500 dólares. Estos costos se bajan cuando se tiene una buena coordinación con la Unidad Municipal de Acueductos y alcantarillados, UMAS, para poder solicitar la unidad de la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados, ENACAL, que trae todos los implementos y equipo necesarios para hacer este trabajo. Así se evitan accidentes porque si la bomba se suelta, daña el pozo...”.
En el caso que el problema sea el pozo, habrá que cumplir con todos los requisitos y estudios para perforar en otro lugar. El costo promedio de una perforación raya entre 10 mil y 12 mil dólares. Estará en dependencia de la profundidad del pozo. Un pie de perforación tiene un costo de unos 60 dólares;
“Creo que ese fue nuestro problema primario porque no excavaron a la profundidad necesaria y como nadie estuvo supervisando ni dominamos su perfil, hicieron lo que quisieron. Siento que nos dieron vuelta, pero no se trata de echar culpas a las demás personas, se trata de retomar lo que está caído, mejorarlo y dejarlo a como Dios manda, completo...".
Reflexiona Felix Pedro Laguna Martínez bombero del CAPS Bordo – Cristalito.
Aquí es donde toma mucha relevancia la sostenibilidad de un comité con una comunidad responsable que está al día con el pago de su servicio de agua y asiste a las asambleas para estar al tanto de la situación del servicio de agua y participar en actividades contempladas dentro del plan de mantenimiento del servicio de agua.
Las Rastras también son un problema
La sorpresa en esta sesión de capacitación fue cuando la presidente Francisca comparte que el pozo, según exámenes hechos por el Ministerio de Salud, MINSA, ha declarado que es necesario dejar de usar el pozo y cerrarlo por contaminación de materiales pesados y de la amenaza que representan las rastras extractoras de oro. En un recorrido de 300 metros hacia la caseta de control para reconocer las partes de una sarta y del panel eléctrico, se contabilizaron nueve rastras que están poniendo en riesgo la salud de las dos comunidades porque calculan que entre El Bordo y el Cristalito están instaladas unas 70 rastras que emplean cianuro o azogue, sustancias altamente tóxicas y no existe ningún control sobre su empleo ni sobre la legalidad de estas empresas ni de supervisión.
Para el CAPS Bordo-Cristalito, el futuro sigue siendo incierto respecto a su problemática del agua, pero esperan que organizaciones puedan proveerle una solución justa y adecuada.