Incorporar y evidenciar la perspectiva de género como Proyecto Tecnología de la Gestión Sostenible de los Recurso Hídricos en el quehacer de los comités de agua y saneamiento (CAPS), está propiciando cambios importantes en la vida de las mujeres. Siendo posible observar la participación de ellas, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, cumpliendo con roles de vital importancia en los espacios educativos, de liderazgo y de trabajo comunitario.

En el cierre de las capacitaciones sobre el módulo de “Controles Básicos de los Recursos de un CAPS”, según cargos en la junta directiva del municipio de Posoltega, a dicha actividad asistieron 20 CAPS representados por 54 personas, en donde 6 hombres eran presidentes y 5 mujeres ejercían el mismo cargo. En su mayoría se presentaron 11 mujeres con puestos de tesoreras y con 2 hombres ejerciendo este mismo rol. En el cargo de la secretaría de las juntas directivas, se contabilizaron 9 mujeres quienes ocupaban el cargo, no se presentó ningún hombre en este puesto. Como vocal, sólo un hombre participó en este rol en comparación con 5 mujeres, en el puesto de fiscal 2 son mujeres y 1 es un hombre. Como personas de apoyo en su totalidad fueron 13 mujeres. Esto hace un total de 10 hombres y 44 mujeres.

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Algunas de las actividades que se realizan en la capacitación, son planificadas con una visión de equidad de género, bajo diversas temáticas tales como: rendición de cuentas y de transparencia, cálculo la tarifa del pago por servicio de agua, implementación de mecanismos financieros y administrativos, además de reconocer el trabajo de las UMAS y de todas las organizaciones que, de una o de otra manera, aportan en la búsqueda de relaciones justas entre hombres y mujeres, permitiéndoles participar en la tarea de consolidar una sociedad con más y mejores oportunidades de desarrollo para las mujeres, sin olvidar que aún existen desafíos en temas de superación de la pobreza o la violencia contra las mujeres.

Asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que es difícil poder alcanzar metas como las establecidas entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio relativas al agua, a menos que se integre la perspectiva de género dentro de las actividades de planificación y de implementación, como en los siguientes casos:

• Unas instalaciones de agua mejoradas reducen el tiempo, la carga doméstica y sobre la salud de las mujeres, lo que les proporciona más tiempo para labores productivas, y actividades educativas, de capacitación y de dedicarse tiempo para ellas mismas.
• Un acceso adecuado a servicios de agua y saneamiento aumenta la privacidad y reduce el riego de ataques y abusos sexuales a las mujeres y las niñas mientras recogen agua.
• Una mayor tasa de supervivencia infantil es uno de los precursores hacia una transición demográfica con menores tasas de fertilidad; al tener menos hijos se reducen las cargas familiares y del hogar de las mujeres, que ven así favorecidas sus oportunidades de desarrollo personal.