Testimonio: Hazel del Socorro Acosta Méndez, usuaria de la comarca Lechecuagos, León.
De solo recordar, que de toda la vida, me tocaba acarrear agua junto con una nuera de mi abuelita, mi hermano y yo, significaba un día duro, de nunca acabar. Había que llenar una pila para tener agua por tres días. ¡Gracias al Señor esos tiempos quedaron atrás! porque tener agua en casa ha sido una bendición. Estoy consciente, que este beneficio se lo debemos a la junta directiva del CAPS Los Urroces. Hizo de todo lo que tuviera a su alcance para lograrlo, por esto yo me pongo en sus zapatos y colaboro en todo.
Ahora gracias a las actividades de la Junta Directiva, se lograron estas mejoras para tener servicio de agua los 7 días a la semana, las 24 horas. Se ha pintado el tanque, se instaló una bomba de 7.5 HP (Caballos de fuerza) más potente, tiene una sarta; Sólo el pozo es del sistema anterior, se pintó el tanque y hubo que zanjear para instalar la tubería de conducción desde el pozo hasta su lugar, se compraron el terreno de la caseta y del tanque. La junta directiva explicó en una de las asambleas, que como contrapartida, la comunidad construyó la caseta, garantizó la mano de obra para el zanjeo, legalizó las propiedad de los dos terrenos, los documentos del CAPS y la gestión de legalización con escritura pública. Se invirtieron casi 24 mil dólares.
La Alcaldía de León apoyó en la legalización de los predios y en la asesoría legal, también donaron 30 tubos de 2 pulgadas para la línea de conducción del pozo al tanque. Enacal, también dio asesoría técnica para compra de equipos de bombeo y accesorios sobre qué sarta era más conveniente y en la instalación de equipo de bombeo.
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El CAPS para funcionar, hacen reuniones cada tres meses y se acordó en asamblea: instalar medidores, calcular una tarifa justa, que el recibo del agua se pague mensual y se dan 15 días para esperar su cancelación. Con esta bendición de tener agua dentro de la casa, hace rendir el tiempo, estoy más holgada para vender frutas, hago otras tareas en la casa y tengo tiempo para mi. Al volver atrás en el tiempo, me digo ¡Cómo ha cambiado todo!
“No soy conformista porque pienso en grande”
Mi meta es seguir adelante porque de aquí a cinco años, es hacerle mejoras a la casa. Pienso salir del país, porque aparte de ser huérfana, soy madre soltera y me ha tocado sola, sacar a mis hijos adelante. Yo viajo desde el 2007 a Costa Rica para hacerme de mis fondos y no quiero seguir trabajando en las maquilas. Siempre he tenido la visión de hacer un parquecito en el patio delantero de mi casa. Aquí la niñez no tiene atención, no disponen de un lugar dónde ir a jugar, comerse un helado. Muchos niños no cuentan con nada. Están desatendidos.
Además siento la necesidad de ayudar a las mujeres, servir como consejera para quienes han sido lastimadas, maltratadas por los esposos y hasta los hijos. Asesorarme en eso. Yo soy una mujer de fe. La fe es la certeza y la convicción de lo que no se ve, me hace fuerte. Si llego a tener plata pongo un gimnasio. Hay mujeres que no se arreglan, no se cuidan. La mujer tiene que ponerse bonita, quererse. No soy de perder el tiempo, yo ya ando pensando qué hacer. No soy conformista, no me rindo fácilmente y me gusta pensar en más.
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