Hablar del sistema inmune del cuerpo humano, es hablar de las líneas de defensa y de batallas libradas contra micro organismos patógenos como las bacterias, virus, parásitos, hongos, levaduras, toxinas, células cancerígenas... Según la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España, en su publicación “Nutrición, Salud y Alimentos Funcionales”, las primeras barreras físicas y químicas por vencer están la piel, el sudor y las mucosas como las producidas por la nariz y el intestino al secretar componentes antibacterianos, en su estrategia de defensa, mantiene protegida la flora protectora típica en el estómago.
Tácticas de guerra
Cuando el batallón de los patógenos atraviesan esta primera barrera, el sistema inmunológico hace uso del mecanismos de defensa: Uno es innato y el otro es adquirido o adaptativo. En ambos casos actúan las células inmuno competentes como los leucocitos o glóbulos blancos y una serie de complementos solubles, anticuerpos y citoquinas. Las células que participan en esta respuesta inmunitaria se originan en la médula ósea, que se dispersan por el organismo, a través del torrente circulatorio sanguíneo y el linfático.
Nutrición es sinónimo de fortaleza
Esta medida táctica preventiva sólo se fortalece al alimentarse, es decir que no sólo se trata de llenar el estómago para matar el hambre, sino de nutrirse para estar saludable. Dicho de otra manera, uno de los mejores modos de mantenerse saludable, es comer una dieta nutritiva rica en vitaminas, minerales y proteínas para consumir de la manera más natural posible. Cuando al sistema inmunológico se le provee constantemente de nutrientes, podrá realizar mejor su trabajo y tendrá una línea de defensa difícil de atravesar.
Recomendaciones de la OMS
Aunque no existe una comida mágica, píldoras o vacunas que garantice el fortalecimiento del sistema inmunológico y lo proteja contra el coronavirus, la Organización Mundial de la Salud, OMS, asegura que las frutas y verduras son componentes importantes de una dieta saludable.
Un bajo consumo de frutas y verduras está asociado a una mala salud y a un mayor riesgo de enfermedades al estar desnutrido y en el peor de los casos anémico. Se estima que en el 2017 unos 3,9 millones de muertes se debieron al muy poco consumo de frutas y verduras.
Tener en la mira algunos grupos de alimentos
A parte de incluir el lavado de manos correcto, mantener una buena nutrición, ser una persona activa, meditar, controlar el estrés o las preocupaciones y dormir lo suficiente, se recomienda una dosis inicial de vitaminas, minerales y antioxidantes que estimulan el sistema inmunológico, poner la mitad de la porción entre verduras y frutas en el plato de la comida principal.
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¿Qué es el betacaroteno y en dónde se encuentra?
Las zanahorias, mangos, espinacas, brócoli, ayotes, sandía y melón contienen betacaroteno. Este componente se convierte en vitamina A, que es esencial para tener un sistema inmunológico fuerte. Funciona al ayudar a los anticuerpos a responder a las toxinas y sustancias extrañas cuando vencieron la primera línea de defensa.
Naranjas, fresas y brócoli para la vitamina C
La vitamina C aumenta los niveles sanguíneos de anticuerpos y ayuda a diferenciar los glóbulos blancos, que ayuda al cuerpo a determinar qué tipo de protección se necesita.
Para consumir fácilmente 200 miligramos de vitamina C, la receta es hacer una combinación, sea en ensaladas o batidos con naranjas, toronjas, chiltomas de ensalada, brócoli, repollo cocido y coliflor.
Huevos, queso y hongos para la vitamina D
La vitamina D regula la producción de una proteína que “mata selectivamente a los agentes infecciosos, incluidas las bacterias y los virus”, explicó el Dr. Michael Holick, experto en investigación de vitamina D de la Universidad de Boston, que publicó más de 500 artículos y 18 libros sobre la vitamina D.
La vitamina D también altera la actividad y el número de glóbulos blancos, conocidos como linfocitos T2 asesinos, que pueden reducir la propagación de bacterias y virus, agregó Holick. Los suplementos de vitamina D ayudan a proteger contra las infecciones agudas del tracto respiratorio. Las buenas fuentes alimenticias de vitamina D incluyen el pescado fresco, sardina enlatada, huevos, leche y sus derivados.
Aunque no hay evidencia que demuestre que los suplementos de vitamina D protegen del coronavirus, es aconsejable considerar un suplemento D cuando sienta que no está consumiendo suficiente y que puede medirla mediante un análisis de sangre.
Frijoles, cereales y mariscos para el zinc
El zinc ayuda a las células del sistema inmunitario a crecer y diferenciarse, acorta la duración de los síntomas del resfriado común. Las fuentes de zinc incluyen frijoles, gandul, garbanzos, lentejas, ostras, cangrejo, langosta, carne de res, chuleta de cerdo, carne oscura de aves y yogurt.
Leche, huevos, aguacate y más para proteínas
La proteína juega un papel crucial para al sistema inmunológico porque es un componente clave para las células inmunes y de los anticuerpos para poder realizar su trabajo. La proteína proviene de fuentes de origen animal y vegetal como el aguacate y abarcan alimentos como pescado, pollo, carne de res, leche, yogurt, huevos y queso, así como frijoles y lentejas.
Mantenerse hidratado es fundamental para evitar estresarse, No aguante sed: las mujeres deben proponerse a consumir 2.7 litros de agua por día y los hombres 3.7 litros. Esta cantidad incluye todos los líquidos y alimentos ricos en agua, como frutas, verduras y sopas.