“Antes de conformar la directiva del CAPS Juan José Briseño de Chichigalpa, eran los líderes comunitarios quienes se encargaban de cualquier asunto. Don Nicolás Duarte, es el que andaba involucrado en todo, él era del movimiento, el de las reuniones, el que manejaba más información. Si don Nicolás no estaba, yo me hacía cargo, supervisaba”, recuerda Manuel de Jesús López Duarte.
“Es que desde hace cuatro años soy representante de la juventud, todo inicio con Oneyda Ulloa, quien ha participado en varios talleres de capacitación con la Fundación contra el Hambre (FH) sobre emprendedurismo comunitario, fue electa por sus capacidades como Tesorera, don Nicolás Presidente y yo de Secretario. A partir de enero de este año empezamos a funcionar como Junta Directiva”.
Oneyda por su parte comenta que, “tanto Manuel de Jesús y yo pertenecíamos al grupo organizado en FH, recibíamos capacitaciones una vez por semana, dentro de esas capacitaciones hacíamos un plan quincenal, un plan mensual y plan trimestral para poder asistir y no fallar. Esto me ha facilitado apoyar en los planes de mantenimiento y operación de este sistema MABE (Mini Acueducto por Bombeo eléctrico)”.
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Compromisos como comunidad
“Nos organizamos porque es uno de los requisitos y compromisos de la comunidad para dar cabida a nuestra petición hecha a la alcaldía para ser beneficiada la comunidad con este servicio del agua. Además, solo así es que podemos hacer gestiones y cualquier solicitud de apoyo que se presente, como de tener legalizado el terreno en dónde se hizo la perforación y donde está ubicada la pila de almacenamiento, recuerda” Oneyda.
Así organizamos la directiva en conjunto, levantamos el censo en las comunidades que se iban a beneficiar, luego de eso preguntamos a las personas que era lo que más querían: el camino o el agua. La comunidad priorizó el agua.
La inversión tuvo un costo total de $ 56, 371.00, SIMAS aportó $20, 590.00, FH $3,500, Alcaldía $30, 303.03 y como comunidad se aportó $1,978.01 ”.
La mayor dificultad
“Fue difícil arrancar, porque no teníamos nada, estábamos en cero, difícil porque a veces los tubos se rompían y no teníamos absolutamente nada, ni un centavo. Establecimos una cuota para reparar los tubos y los que estaban al descubierto, los cubrimos”.
La participación de las mujeres
“Las mujeres como comunidad apoyan y asisten a las convocatorias, como tenemos un plan de mantenimiento, se les invita a la reunión y les decimos:
- Necesitamos ir a lavar la pila a tal fecha. Ahí va la gente a ayudarnos. Lavamos cada cuatro meses y se deja desinfectada con Cloro. La gente se interesa y nos acompaña.
Sobre la cuota mínima y la morosidad
“La cuota mínima calculada es de 10 metro con un costo de 130 córdobas. Al inicio tuvimos algún desbalance, pero se recuperó cuando pusimos dos fechas para cancelar recibos: Uno es del 8 al 10 de cada mes y para pensionado es los 21. Acomodados de esta forma, nadie esta moroso “concluyen Oneyda y Manuel de Jesús.
Ahora la próxima meta del CAPS es poder terminar los trasmites para obtener su RUC y pasar la factura del consumo eléctrico a nombre del CAPS Juan José Briseño.